miércoles, 21 de noviembre de 2012

Una Donna, Una Voce, un Mito

Entre tejer y tejer lana para abrigarnos en estas fechas que se nos vienen encima, porque no es normal lo rápido que van pasando los días, he podido encontrar momentos de auténtico deleite de los sentimientos y divertimentos varios. 

Os contaré que fui a ver la última entrega de James, James Bond y que me alegró mucho acudir a la cita porque, sin duda, en ésta, el señor Craig se desquita de topicazos anteriores y se centra en aspectos más interesantes aunque no tan testosterónicos (no sé si existe esa palabra... pero creo que ustedes me comprenderán). Merece la pena Skyfall. Otras visitas a la siempre acogedora sala del cine han sido para visitar seres muy divertidos, como fueron el "animado" FRANKIEWINNIE, en la que Burton se reconcilia con sus seguidores, a los que nos había decepcionado bastante con su última... obra? ejem. O también los curiosos dueños y visitantes del HOTEL TRANSYLVANIA, que a pesar de lo infantil que parece en los tráilers, no deja de sorprender y divertir; nos reímos muchísimo.

He tenido tiempo de ir al fútbol al estadio con amigas, de tomarme un cafetito caliente en muy buena compañía en La Más Bonita y conocer algún sitio nuevo de Valencia (est@s amig@s os pueden contar también cositas interesantes La Valencia Insólita); pero mi presencia aquí la ha provocado otra visita.

Si no conocéis Valencia, o a quienes la conozcáis pero en ocasiones os aburra... existe un lugar en pleno Barrio del Carmen, que en su día fue convento y hoy regala por sus claustros un paseo histórico, que es el actual Centro del Carmen y que en estos días, y hasta el próximo 15 de diciembre, nos sirve en bandeja la posibilidad de bañarnos en glamour, en visitar las dos caras de la moneda de la fama de una Diva como no habrá otra. La exposición que no deberíais perderos es la actual "residente" del centro. Y es que "la Callas" fue mucha donna para tan poco mundo. 


Me encanta esta foto... tiene mucho guardado

No contaré nada que no sepáis ya o no podáis encontrar en la Wikipedia sobre su vida y obra, pero lo que se respira en la sala de exposiciones, si te dejas invadir por el ambiente (siempre que no haya ningún grupo de excursionistas que rompa la magia) solo lo descubriréis yendo.

Allí podéis encontrar hasta 23 vestidos de la soprano, tanto personales como de vestuarios de las obras en que participó; documentos y manuscritos privados, objetos, joyas y restos de una vida que han sobrevivido en el tiempo, y aún estando vacíos o solos, permiten llegar a percibir la grandeza de aquella mujer que los llevó, los vistió o los miró.



La dualidad de esta mujer es realmente interesante, ya sea en los papeles que llegó a representar sobre los escenarios como en su vida real, aunque siempre cargada de delicadeza y sutileza. Sin duda fue exigente consigo misma desde el principio y eso fue, creo, lo que la condujo a llevarlo a límites insospechados, cruzando la barrera y llegando a alcanzar una fama de altiva y temperamental, que se ganó a pulso, pero que entiendo en cierto modo si nos planteamos el mundo en el que se movía y las circunstancias que la rodeaban. 

Si olvidamos que es ópera, para aquéllos a los que no les vuelva locos y buscamos un poquito más allá, siempre un cuando tengáis un ratejo para indagar, esto os puede resultar diferente. Creo que un par de piezas que pueden representar esta ambivalencia sería la famosa habanera de la Carmen de bizet, L'amour est un oiseau rebelle, donde Carmen habla muy clarito y con el temperamento español que María tanto quiso transmitir, según decía en las entrevistas; y por otro lado, la melancolía y delicadeza de Norma, de la ópera omónima, en Casta Diva

En la misma exposición hay una sala audiovisual con un completísimo documental de unas tres horas que permite percibir la evolución de "La Divina", como la llamaban. Aunque aviso... no está subtitulado y pasa del inglés al francés y al castellano de manera muy aleatoria... pero así practicamos el listening, jeje.


Vestido usado para "Tosca"

De las personas siempre me fijo en la mirada, en los ojos, porque siempre dicen más que la palabras o el silencio. ¡Y lástima de aquél al que no le hablen los ojos! Por ese motivo María me atrae mucho, porque en su mirada se puede percibir perfectamente el estado anímico o el torbellino sentimental que vivía en cada momento, la felicidad y los tormentos que le llevaron a tener una vida triste pero rica en vivencias... ¿y qué es mejor a veces? 

Os dejo de marear por ahora (después de tanto tiempo, tenía que contaros algo suculento) y lo hago con la foto de ella que más me gustó de la exposición, además de la primera que encabeza esta parrafada, la que representa a la mujer fuerte, valiente y temperamental que cubría a la sensible dama de las tablas.

Siempre Callas, siempre Diva